miércoles, 31 de diciembre de 2008

Y para acabar un gran año.... gaviotas polares para todos.


Se nos escapan los últimos suspiros de 2008, un año que en la comarca de Ortegal ha sido especialmente pródigo en cuanto a observaciones de aves interesantes.

El calendario anual abría con un invierno muy seco, al que seguiría una extraña primavera en lo climatológico. Mucha lluvia. Y ya se sabe, las aves están muy condicionadas por el clima... Resultado: la mejor primavera en lo ornitológico que uno recuerda por estas tierras.


Cantidades nunca antes registradas de garzas imperiales (Ardea purpurea), elanio azul (Elanus caeruleus), buitres leonados (Gyps fulvus) y negros (Aegypius monachus) y hasta la primera observación gallega de aguilucho papialbo (Circus macrourus) son algunas de las "lindezas" que se dejaron caer por Ortegal.

El estío supuso el estreno del Aula do Mar como navío de uso ornitológico. A 20 millas al norte de cabo Ortegal, gaviotas de Sabine (Larus sabini), págalos raberos (Stercorarius longicaudus), pardelas capirotadas (Puffinus gravis) y paíños de Wilson (Oceanites oceanicus) -entre otras muchas especies- hicieron las delicias de no pocos tripulantes, con alguna que otra jornada memorable. En Estaca de Bares la estrella fue el Pterodroma feae, bimbado hasta en dos ocasiones por mi amigo Ricardo Hevia.

Luego llegó el otoño, con su interesante migración y la presencia de más sorpresas como la que nos propició David Martínez con "su" collalba desértica (Oenanthe deserti), u otras cosas prestosas como los escribanos nivales (Plectrophenax nivalis), hasta finalizar encontrándonos con algunas gaviotas polares (Larus glaucoides) en la playa de A Concha. El invierno entró hace escasos 10 días, y no pudo hacerlo de modo más rutilante.


Todo esto viene a cuento de que el pasado día 29 de diciembre Jordi Martí, Ricardo Hevia y un servidor hemos tenido la inmensa fortuna de pulverizar el record de gaviotas polares observadas en una sola jornada en la península ibérica, además de disfrutar de otras especies como los 3 colimbos, zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) -todo un emblema por estos lares- o varios correlimos oscuros (Calidris maritima).


Larus glaucoides 1º invierno.

Si no me falla el servicio de documentación, hasta la fecha la mayor concentración de ejemplares de este lárido había sido registrado en la gallega Costa da Morte, con un cómputo máximo de 3 aves. Pues bien, también esta circunstancia se ha visto sobrepasada en esta ocasión: 4 individuos en Cariño y otros tantos en Lago, Xove. Todas las aves mostraban librea típica de 1º invierno.

Subo 6 imágenes que se corresponden con las 4 aves de Lago. Difícil explicar la sensación de localizar 4 polares sin mover los pies del suelo, solamente girando el cuello. Esta era la más lejana, en los tejados de la piscifactoría...


Gaviota polar en un tejado.

La siguiente, otra habitante de los tejados, pero un pelín más próxima a nuestra posición.


Típico plumaje de Larus glaucoides 1ºw.

Y hasta pudimos observar sus gestos intimidatorios dedicados a la gaviotas patiamarillas (Larus michahellis).


Marcando las distancias.

Como digo, rotando el cuello pudimos localizar otros dos ejemplares posados al pie de los canales. Uno era este.



Y el último este otro...


Vista lateral de Larus glaucoides.

En fin, como digo, polares para todos y un día difícil de olvidar. Jordi había dado en el clavo con sus fechas de visita a nuestra tierra.

Todo un colofón para un gran año. A ver que nos depara 2009...

Por lo pronto, desearos a todos los visitantes de Galician Birding (durante el 2008 más de 34.000 usuarios) y a aquellos futuros internautas que nos hagan el honor de visitarnos un Feliz Año 2009.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz Navidad


A punto de rematar el año 2008 -que dejó en nuestras mentes magníficas e intensas jornadas de campo- e inmerso de lleno en mis vacaciones laborales, me subo al carro de las felicitaciones navideñas con esta foto de vuelvepiedras (Arenaria interpres) obtenida hace tiempo en la costa ribadense.



Ojalá el entrante 2009 nos depare no menos interesantes días de campo que los ya vividos, con los prismáticos al cuello y el trípode al hombro.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Chorreo de glaucoides y otros


Como muchos ya sabrán, en las pasadas jornadas -caracterizadas por vientos de componentes N-NW- han traído a las costas del norte de Galicia algunos ilustres visitantes.

Para comenzar, en la playa de Cariño ya tenemos 2 Larus glaucoides de 1º invierno desde el pasado domingo, fecha en la que además fueron localizadas otros dos ejemplares de esta misma especie en la costa lucense.

El primer zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) del otoño-invierno ha caído ya en la ría de Ortigueira, a la postre uno de los dos únicos reductos invernales regulares -el otro es Santoña- en el Estado que tiene este pequeño buceador.

También colimbos de las tres especies habituales han ido haciendo acto de presencia en los canales del amplio intermareal ortegano, lo mismo que algún ánsar común (Anser anser), zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis), etc...

En fin, seguimos a la espera de noticias de más amplio espectro para poner patas arriba a algún que otro twitcher. Todo a su tiempo.

martes, 2 de diciembre de 2008

Siempre nos quedará A Concha


Hoy no era una mañana como la de cualquier otro día de otoño, no señor. Lo cierto es que el fin de semana había dejado su huella, su impronta, en forma de blanca nevada. Tras el frío meteoro toda suerte de calificativos emanaban tanto de las bocas de documentados meteorólogos como de las ya recelosas entrañas de los más viejos del lugar: ya se sabe, desde el "nunca se había visto una nevada tan copiosa en fechas tan tempranas" hasta el manido recurso del "cambio climático".

Sea por lo que fuere, un chavalín deslenguado diría que hacía una rasca del quince. Y no le faltaría ápice de razón.

En Rinlo los pajarillos brillaban por su ausencia entre chaparrón y chaparrón. Parecía como si el granizo los hubiese barrido a todos ellos de la faz de la tierra. Tan solo las intrépidas bisbitas parecían querer desafiar al gélido aire procedente de las cimas blancas circundantes.


Anthus pratensis.

Apenas tuve un instante para pistear antes de partir hacia Cariño bien temprano, pero fue tiempo suficiente para encontrarme con un par de bisbitas de richard (Anthus richardi), invernantes regulares en la zona desde hace unas temporadas. Con la práctica uno aprende a localizar a estas aves "de oído" ya que su característico reclamo no suele permitir mucho margen de error a poca pericia auditiva que uno demuestre.

En Rinlo -como en todas partes- esta especie gusta de prados amplios, aunque muestran una especial querencia aquí por apostarse en los tendidos eléctricos de cuando en cuando. Y de esta guisa tiré esta horrorosa instantánea:


Anthus richardi en Rinlo.

Por la mañana no es extraño encontrarse de bruces con aquellos que buscan el desayuno entre las hierbas, tal es el caso del esmerejón (Falco columbarius). En espacio de 15 minutos pude disfrutar de la presencia de dos aves diferentes, ambas mostrando una librea propia de 1º invierno o hembra. Además, las falcónidas suelen estar representadas en esta rasa costera por el omnipresente aquí Falco tinnunculus y, como no, por el proyectil viviente (que diría el Dr. Rodríguez De la Fuente): el halcón peregrino.


Falco peregrinus sobre una estaca en los prados de Rinlo.

Para cerrar el ciclo de las aves rapaces, una hembra de gavilán y un ratonero se dejaron ver.

Después de una mañana de viaje y trabajos atrasados, y todavía con la comida en la boca, quedo con Ricardo Hevia para darnos un garbeo por la ría de Cariño y Ortigueira. Mientras preparo los bártulos recibo un mensaje suyo que creí vendría a decir que ya estaba en el portal de mi vivienda esperándome. Nada más lejos de la realidad.

"Glaucoides en la playa", o lo que en mi idioma se traduciría como "gaviota polar a 50 metros de tu portal".

Salí como una centalla y me encontré, efectivamente, con esto:


Larus glaucoides 1º w entre otros láridos.

Aún a riesgo de resultar presuntuoso...¡¡¡ vaya pedazo de playa que nos gastamos en Cariño !!!.

Hace unas semanas la primera Larus delawarensis del 2º período invernal de la temporada y, ahora, la primera glaucoides del invierno. O del otoño, para ser más exactos, porque esta ave -al igual que la delaware- ha caído con al menos un mes y medio de antelación sobre su fenología habitual en la zona. Perdóneseme el chauvinismo.


Gaviota groenlandesa o polar.

Otro invierno en el que no nos fallan las blancas, que es como conocemos nosotros al binomio formado por glaucoides/hyperboreus. Desde luego, deben contarse con los dedos de una mano los arenales que en España pueden presumir de tales inquilinos un invierno sí y al siguiente también.


Perspectiva del ave entre otros láridos.

Y de A Concha a la ría, si bien la tarde ya estaba cubierta. En los prados de Feás nos sorprendemos al toparnos con un inexperto jabato poniéndose las botas a los pies de unos manzanos; tardó el cochinillo unos segundos en caer en la cuenta de que estaba siendo observado -entre risas- mientras degustaba las maduras manzanas. Y a correr se ha dicho, eso sí, sin soltar la manzana que acababa de mordisquear.

En lo que a los intermareales y canales de la ría se refiere, y como más destacable, un puñado de Melanitta nigra, 5 Mergus serrator, 1 Anser anser, 1 Podiceps nigricollis y hasta un joven Gavia immer. También anátidas para dar y tomar, así como zarapitos, agujas, ostreros, garcetas.... De los zampullines cuellirrojos ni rastro todavía, pero deben de estar al caer.

La noche nos sorprendió de charla -ya con David Martínez incorporado- en la ensenada de S.Claudio, observando zorzales reales (Turdus pilaris) y alirrojos (Turdus iliacus); esta última especie con grupos de hasta 63 aves.
El invierno llegó con sus nevadas, y las gaviotas blancas no tardaron en recalar en A Concha. Menuda playa...