viernes, 30 de noviembre de 2007

Gansos, barnaclas y nutria en la ría


Casmerodius albus. Este es el ejemplar que frecuenta la marisma de Ladrido.

Esta tarde he vuelto, una vez más, a la ría de Cariño y Ortigueira para ver que novedades teníamos. Noticias de Ricardo Hevia me indicaban que ayer había entrado un grupo de 3 Barnaclas carinegras (Branta bernicla), al parecer todas ellas de la subespecie nominal.

Decidí realizar el recorrido parando en 5 lugares, empezando en la marisma de Ladrido -al este- y finalizando en la ensenada de Feás, ya en Cariño.

A Ladrido llegué a eso de las 15:20h. Este lugar se caracteriza por su amplia marisma y un extenso banco arenoso, muy frecuentados por las limícolas en la pleamar. Como la bajamar era máxima a mi llegada, pues nada... Poca cosa.

Mi esperanza era ver la Garceta grande que de tarde en tarde se deja observar a orillas de la vía del tren (véase la foto de arriba), pero nada. Lo más destacable:

- 5 correlimos comunes

- 3 gaviones atlánticos (2 ad. y un 1º inv.)

- 11 archibebes claros (8+3)

- 1 gavilán común (aparentemente una hembra), que provocó una frenética estampida entre las bisbitas pratenses de la vuelta.

En vista del éxito, me desplacé al siguiente punto: la ensenada de A Lagarea.

A Lagarea es un amplio recodo de la ría formado por la desembocadura del río Maior que se ha quedado cerrado a modo de ensenada por culpa del trazado del tren, que trabaja como cierre aislante de este lugar con el canal principal.

Como observaciones más destacables:

- Unos 170 silbones europeos (cifra alta para A Lagarea)
- 4 zampullines chicos (especie escasa en toda la ría).
- 8 archibebes claros.

Además algunas otras anátidas en buenos números como cerceta común, ánade real o ánade rabudo.

Apostado en una atalaya que dominaba el lugar, decidí repasar las amplia llanuras intermareales exteriores. Rápidamente reparé en dos "bultos sospechosos" a lo lejos, así que di marcha atrás sobre mis pasos y me acerqué al puerto de Ortigueira para intentar verlos más de cerca, cuestión harto difícil.

En el puerto, lo primero que encontré fue un bando de 8 zarapitos trinadores. Todos los años un pequeño contingente de esta especie se queda a invernar (hace unos días pude ver un grupo de 20 ejemplares). También relocalicé a los 5 charranes patinegros vistos días atrás así como la espátula común que lleva unas fechas por la zona.

¿Y los bultos? Pues lo dicho, estaban lejos -aunque menos que antes- pero con todo pude determinar claramente que se trataba de dos ánsares comunes. Uno de ellos había aparecido unas semanas atrás, y el otro era de nuevo cuño.

Repasando a lo lejos los canales volví a encontrarme con una nutria. No resulta complejo verlas en la ría durante la bajamar, aunque la distancia de observación pude ser muy variable.Aunque no estoy seguro, tengo la sensación de que se trata de un ejemplar diferente al visto en mi anterior post. El animal estaba dando muy buena cuenta de un pez...


Lutra lutra. Especie relativamente frecuente en los canales de la ría.

Menuda pitanza...(pido disculpas por la calidad de las imágenes)



De Ortigueira, a S.Claudio, en el fondo del intermareal.

Nada más bajar del coche, puedo ver a placer una pareja de pico picapino reclamando desde un aliso (Alnus glutinosa) solitario. Un centenar de metros más allá un grupo de 24 zorzales reales y 5 zorzales alirrojos se alimentan en un prado y, de cuando en cuando, buscan refugio en una pequeña formación de alisos.

Al pie de uno de ellos encuentro los restos frescos de una paloma torcaz, sin duda hoy almuerzo de alguna rapaz.


Restos de Columba palumbus.

En el canal principal de la ría amplios grupos de silbón europeo, además de 3 zampullines cuellinegros. Parece que han entrado dos aves entre ayer y hoy.

Entre los silbones europeos localizo de nuevo a los dos ánsares comunes que parecen haberse desplazado. Aunque la distancia es larga y la luz ya decae les tiro esta foto testimonial:


Anser anser. Estos son los dos ejemplares que hay en la ría.

Ya son las 17:30 y, como digo, la luz comienza a pagarse muy cara. Mejor marchar hacia O Puntal, en la bocana de la ensenada de Feás, para gastar el último cartucho (ornitológicamente hablando) del día.

En O Puntal, como más destacable un flock de 4 negrones comunes -todos ellos hembras/juveniles- y 3 gaviones atlánticos adultos.

Un poco más lejos veo ¡¡por fin!! a las 3 barnaclas carinegras alimentándose de hierba zostera en el margen este del canal principal del complejo intermareal.
Aunque la luz ya no permite gran cosa sí que me da para descubrir que, efectivamente y tal como indicaba ayer Ricardo Hevia, se trata de aves pertenecientes a la subespecie nominal B.bernicla bernicla. Además, yo me atrevería a decir que todas ellas -al menos dos con total seguridad- son ejemplares juveniles.

Las fotos quedarán para otro día, como el zampullín cuellirrojo, que hoy se me ha escapado.

Bendita ría...


jueves, 29 de noviembre de 2007

La ría de Cariño y Ortigueira

Hace un par de días, el martes 27 de noviembre, decidí darme una vuelta a primera hora de la tarde por "nuestra" ría, para ver como estaban las cosas.

La idea era empezar por la punta de Fornelos -desde donde se controla perfectamente el tramo medio del estuario- para, posteriormente, ir haciendo paradas en el embarcadero de Sismundi, la playa de Fornos y, para terminar, la playa de A Concha, ya en pleno casco urbano de Cariño.

La tarde no se presentaba muy acogedora en lo climatológico. Viento molesto de NE, aunque con el paso de los minutos fue amainando. A eso de las 18:00 horas, con las caída del día, la brisa era ya casi inapreciable.

En Fornelos comencé constantando que, un año más, ya están aquí los Zampullines cuellirrojos (Podiceps auritus) o Slovenian Grebe, como le dicen los británicos.

En el tramo medio de la ría, y como cada año desde 1992 (16 temporadas invernales consecutivas), ya buceaba el primer ejemplar. Hay que recordar que esta ría es junto a Santoña el único punto de invernada regular de la especie en España.

Además del zampullín, también se sumergían en el canal principal otros invernantes habituales, como la Serreta mediana (Mergus serrator), el Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) o el Negrón común (Melanitta nigra), de los que pude contar 11 ejemplares hembras/juveniles. De las otras dos especies anteriores sólo un ave.

También me llamó la atención entre los numerosos limícolas, láridos y anátidas, la presencia de 5 ejemplares de Charrán patinegro (Sterna sandvicensis), así como una bonita Espátula común (Platalea leucorodia).

Cuando ya casi me marchaba, y mientras observaba por el telescopio un grupo de Pato cuchara (Anas clypeata), pude escuchar una especie de ladrido muy cerca de mis pies. Al apartar la vista vi como una nutria estaba a escasos 5 o 6 metros de mi, mirándome atentamente y protestando por mi presencia. O al menos eso fue lo que interpreté yo.

Después de curiosearme durante algunos segundos, y en vista de que yo me disponía a coger la cámara de fotos para inmortalizar la situación, decidió poner tierra -o mejor dicho agua- de por medio e irse nadando plácidamente.

Me fuí a Sismundi, aunque antes tuve ocasión de parar en algunos prados de Feás para ver Zorzales alirrojos (Turdus iliacus), fringílidos varios y numerosas Anthus pratensis como esta:




El embarcadero de Sismundi -situado en esta pequeña parroquia del ayuntamiento de Cariño- es una modesta rampa que finaliza en la ría. Este punto es un lugar idóneo para observar el tercio exterior del estuario, así como el reposadero de Cabalar (que queda justo enfrente), muy bueno para limícolas cuando la pleamar está próxima a su cota máxima.

Desde Sismundi, y como más destacado:

- Un gran grupo de 233 Ostreros euroasiáticos (Haematopus ostralegus). Esta cifra está muy próxima a lo que suele ser el total de invernantes en toda la ría (+/- 10%).

- Un total de 9 Gaviones atlánticos (Larus marinus), todos ellos adultos, integrados en el bando de láridos del posadero.

En el canal nada reseñable, así que como la luz comenzaba a decaer me desplacé a la playa de Fornos, en Figueiroa.

Fornos es un lugar excepcional para el avistamiento de colimbos y patos marinos. Desde la atalaya de punta do Frade -que domina toda la playa y la bocana exterior de la ría- mi amigo Ricardo Hevia y yo habíamos visto días atrás el primer Colimbo grande (Gavia immer) de esta temporada invernal. Pero el martes el viento no ayudaba, y era previsible que las aves se hubiesen desplazado para abrigarse del molesto nordés.

Con todo, un colimbo grande capeaba las rachas de aire y las olas como buenamente podía, mientras trataba de mantenerse en la rompiente. También dos hembras/juveniles de serreta mediana nadaban y alisaban sus plumajes cerca de la batiente.
Así que como la cosa no auguraba más sobresaltos, y para finalizar el día, conduje presto hacia la playa de Cariño por si el nordés había traído alguna sorpresa.

No fue así.

La sorpresa -que no era ni mucho menos nueva- estaba en las dunas, ya que justo al llegar pude ver tranquilamente a la Corneja pía (Corvus albus) -córvido africano- que desde hace meses tenemos deambulando por Cariño. Quienes no sepáis de que ave se trata no tenéis más que subir a la cabecera de este blog, que está "tuneado" con una foto de este mismo ejemplar cariñés-africano.

Ya en el arenal, el clásico bando de láridos que, de tarde en tarde, nos proporciona algunas alegrías. Con la pleamar las cantidad de aves es menor, pero con todo los gaviones no fallan, como estos dos de abajo.



Tampoco suelen faltar los ostreros, con un grupito regular de 5-6 aves tremendamente confiadas. Aunque eso sí, siempre con un ojo alerta...



Las luces del atardecer fueron cayendo sobre el puerto, así que ya no tuve demasiado tiempo para acercarme a ver el bandito de Correlimos oscuro (Calidris maritima) que inverna en el dique de atraque.



Para otro día quedará...

martes, 27 de noviembre de 2007

La bomba Vociferus


Sábado día 24 de noviembre, 13:00 h.

La mañana se presentaba apacible, con un sol otoñal suave acariciando el paisaje.

La caminata por el paseo marítimo de Cariño ayuda a relajarse, más si cabe si se hace en familia y con los peques sobrinos haciendo de las suyas. Es una manera diferente de iniciar el fin de semana, más allá del pajareo.

Con todo, uno siempre lleva consigo esa tensión propia de quien sabe que, en cualquier momento, puede sonar el temido mensaje de móvil.

"Demasiada gente en el campo en este momento...¡¡y en las fechas en las que estamos!!", me repetía mentalmente una y otra vez para mis adentros. Y, como decía la canción, pasó lo que tenía que pasar.A eso de las 13:07 suena mensaje. "Te acaba de sonar el móvil" me dice mi pareja, a lo que respondo con un "que peligro...".

Transcribo literalmente "Charadrius vociferus en Cecebre, agora mesmo.Unha aperta.Reenviado de Xabi".
Cara de póker, y la mente a funcionar para recordar que -si la memoria no me fallaba- en Galicia y en España sólo había dos citas previas homologadas por el CR/SEO de esta especie, ambas en Pontevedra y, una de ellas, de César Vidal.

El mensaje, como casi siempre, procedía de mi buen amigo Luis José Salaverri y hacía referencia a Xabi como observador. Por tratarse del embalse de Cecebre, deduje rápido que el afortunado había sido Xabi Varela. Decido rebotar a su vez el SMS a mi amigo Ricardo Hevia.
Así que a casa de la familia a comer, pero con unas prisas en el cuerpo que aconsejaban un final prematuro para la reunión familiar. Tras unas deliberaciones, decidí llamar a Xabi para que me pusiese al tanto de la situación. Y así hice.

Xabi Varela es ornitólogo de esos que uno espera encontrarse algún día en el campo. Amable, con perpetúa sonrisa en su cara y ataviado con sus gafas, Xabi parece de ese tipo de personas que siempre se desviven con uno y con los que habitualmente tienes la sensación de estar en deuda eterna. Un fenómeno vaya.
Además, en esto de las rarezas lleva una buena y -por los kilómetros que debe meterse entre cuerpo y espalda- merecida racha.
Agujeta escolopácea (Limnodromus scolopaceus), Correlimos pectoral (Calidris melanotos) o este Chorlitejo culirrojo (Charadrius vociferus), entre otras, así lo atestiguan.

Xabi, como es natural en él me atiende con cordialidad. Está en ese mismo instante viendo al ave, y me indica más o menos el punto de observación. Quedo con él en que, quizás y si las circunstancias me lo permiten, trataré de acercarme en las próximas horas (desde Cariño a Cecebre hay más o menos una hora y cuarto de carretera).
Lo siguiente es llamar al colega Ricardo Hevia, para ver si le apetece venir. Ricardo me cuenta que por motivos profesionales no puede, y que tiene en mente acudir a la mañana siguiente. Así que, tras pensarlo unos instantes, decido aceptar el reto de arriesgarme a esperar hasta la mañana del domingo día 25 para acudir al embalse en compañía de Ricardo.

He de admitir que no pasé una buena tarde, y que los nervios haberlos húbolos. Pero la jornada fue pasando rápidamente, como sucede siempre que uno está en buena compañía...

A las 7:30 horas del domingo salíamos ambos de Cariño. La helada nocturna había sido fuerte, así que las prendas de abrigo no sobraban. Cuando llegamos al pantano eran las 8:45 horas, y el termómetro marcaba los 0.5ºC.
Las luces del día apenas habían hecho más que romper, y creíamos ser los primeros en llegar pero... ¡ya había un coche aparcado cerca del observatorio!. Como no, Pablo Gutiérrez ya estaba allí, abrigado hasta los dientes.

Su saludo de buenos días fue un "¡no lo encuentro!".

Frente a nosotros las amplias praderas de fangosas que se habían creado en la cola del embalse producto de la sequía. Ahí debería estar el ave, en compañía de un grupo de chorlitos dorados y avefrías.
Efectivamente, varias decenas de chorlitos y algunas avefrías estaban presentes, dormitando totalmente "emboladas" en el fangal, entre los numerosísimos tocones de antiguos árboles que afloraban del lodo.

Pero ni rastro del ave.

Unos 15 minutos después, a eso de las 9:00h., llegan a la zona tres compañeros vigueses, capitaneados por Tito Salvadores. Se suma también un sexto observador, a quien no conozco y de quien no recuerdo el nombre (perdón). Ahora ya eran siete los telescopios que trataban de localizar a la limícola yankie, pero ni así; el desánimo hacía mella con el paso de los minutos.
Entre tanto, observaciones de azor juvenil, dos nutrias, anátidas de varias especies, seis somormujos lavancos, tres correlimos comunes, cuatro andarríos grandes y hasta un correlimos menudo cojo.
Hay quien pierde la paciencia y decide irse. Algunos resistimos, y a eso de las 11:00h. el grupo de Pluvialis apricaria y Vanellus vanellus comienza a desperezarse, coincidiendo con el deshielo y la llegada de un nutrido grupo de ornitólogos, a los que oíamos pero no veíamos por seguir buscando sin descanso al ave.
Al rato nos acercamos para ver que, apostados en el observatorio se encuentran viejos amigos astures como Pablo Fernández o Dani L.Velasco. Nos señalan que acaban de localizar al ave, siguiendo unas indicaciones que alguien había dejado en una especie de plano en la atalaya.

Tanto Ricardo como yo colocamos a toda prisa los teles y, efectivamente, a lo lejos se divisa por fin al chorlitejo.

¡¡Después de más de dos horas de búsqueda apareció!!. El "grupo vigués" también se une a la fiesta.

Pido perdón por la escasa calidad de las imágenes (obtenidas con el teles a x60), pero aquí está:



Este es el afamado Charadrius vociferus encontrado por Xabi Varela. Nótese la llamativa doble franja negra pectoral. La proyección caudal -que aquí no se aprecia- también es llamativa.



Y una toma frontal más...



Nadie parecía querer perderse detalle.



Después de una hora de disfrute -y de una animada tertulia- decidimos marcharnos de vuelta a Cariño.

Al final, la mañana ha valido la pena.

Por supuesto, hay que agradecer a Xabi Varela el haber avisado de la presencia del ave... ¡así da gusto!.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El Taller de procelariformes en fotografías



Aquí pueden verse alguna de las estampas que nos dejó este magníficos fin de semana dedicado al estudio de este poco investigado grupo de aves.

Tengo que agradecer a Xan Rodríguez Silvar el hecho de facilitarme las fotografías. Sobre estas lineas, pancarta conmemorativa del encuentro, situada a la entrada de la villa de Cariño.

Debajo: Andrés Bermejo (presidente de la S.G.O.) haciendo uso de la palabra durante el acto de inauguración. A la derecha el alcalde de Cariño, José Luis Armada Castro. A la izquierda, quien escribe.



Esta es la ansiada foto de grupo, realizada la tarde del sábado día 17 de noviembre en el paseo marítimo de Cariño.
Nada más y nada menos que cerca de 60 amantes de las aves marinas...



Aquellos que no tuvieron la oportunidad de embarcarse en el "Aula do Mar", decidieron acercarse a la mítica Estaca de Bares. Véase el batallón de telescopios...



Los alrededores del empedrado observatorio sirvieron de atalaya a los entusiastas ornitólogos.

martes, 20 de noviembre de 2007

Crónica del Taller Internacional sobre Ecología de Paíños y Pardelas en el sur de Europa. Cariño 2007 (2ª parte)

Cruzamos entre los famosos Aguillóns de Ortegal, que como ocurre siempre hicieron las delicias de los navegantes. Nunca defraudan.

Y pronto, a las 2.3 millas del faro en dirección norte, comenzamos a elaborar esa extraña mezcla de pescado, aceite y palomitas de maiz que es el “chum” o macizo.

Pronto llegan las gaviotas patiamarillas y sombrías, que se enzarzan en un gran revuelo; y tras ellas, los págalos (fotos de Pep Arcos)



Las gaviotas cabecinegras también acuden a la cita, y un par de pardelas baleares, que no podían faltar en esta ocasión. Un álcido no identificado cruza de oeste a este, algo inusual a estas alturas del año….

Pero poco más que unos cuantos ejemplares por cada especie, así que decidimos seguir navegando mar adentro, hasta las 7 millas.

Ya en el 43º53´N, y hasta el 43º 56´N (desde las 7 hasta las 10 millas fuera de puntas), y mientras viento y mar arrecian duramente, volvemos a soltar cebo.

Cuatro págalos grandes (Stercorarius skua), un par de Gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus), una pardela pichoneta (Puffinus puffinus) y hasta un págalo pomarino juvenil de fase oscura (Stercorarius pomarinus) se unen a la fiesta.

Los págalos acosan incesantemente a las gaviotas, ante la atónita mirada de los ornitólogos. Pocas aves, pero se ponía entretenida la cosa..



También aparecen algunos alcatraces...



Una especie de delfín (no observado por mi) deleita al personal mientras nada pegado al casco por el costado de babor.

Pero hay que regresar ya. Son las 14:00, y la mar se ha puesto difícil. Mucho viento de componente SSW, que no deja de provocar chubascos de mar sobre nuestra cubierta y sobre las espaldas de alguno que otro. Comienzan a apreciarse varias bajas por mareo, aunque la identidad de los afectados no la desvelaremos… nos puede pasar a tod@s.

Y a eso de las 15:30 llegaremos a puerto, no sin antes descubrir a alguna Puffinus mauretanicus y a tres Rissa tridactyla siguiendo nuestra estela.

Una de ellas es joven, mientras que las otras dos son adultas, tal que ésta.



Y entre aguaceros arribamos en el puerto de Cariño. Sonrisas en las caras mojadas, algún mareo recuperado, y deseos de vernos pronto.

Aquellos participantes en el Taller que no habían navegado estaban visitando Estaca por tierra, aunque me contaban que también con escaso éxito. Mal día para las aves marinas, que le vamos a hacer.

Cada cual parte para su casa, yo para la mía, con anhelos de darse la merecida ducha.

El Taller Internacional sobre Ecología de Paiños y Pardelas en el Sur de Europa es ya historia. Y, particularmente, creo que ha valido mucho la pena… ¿y tú?.

Crónica del Taller Internacional sobre Ecología de Paíños y Pardelas en el sur de Europa. Cariño 2007


Y el día llegó......

Eran las 14:00 horas cuando Toñete hacía acto de presencia frente al concello de Cariño, y con él llegaban las pancartas, carteles y, sobre todo, algunos de los más animados e ilustres compañeros.

Pero justo antes, un saludo breve a los amigos catalanes Jordi Martí -que bueno que viniste- y el "bimbo" Ricard. Cuantos correos hemos intercambiado, cuantas veces hemos pasado cerca el uno del otro y, hasta ahora, no habíamos coincidido.


Cosas que pasan...

Como decía, con el bueno de Toñete llegaba Carles Carboneras y su encantadora pareja, pero también un siempre risueño Alfonso Valderas. Como quiera que Jordi y Ricard decidieron irse a comer con el otro anfitrión -Ricardo Hevia- para aprovechar el día de pajareo hasta que a las 18:30 empezase el Taller, éramos cinco los comensales que nos sentábamos en la mesa del hotel "A Pedra".

Decididos a comer, una llamada nos alertó de que Andrés Bermejo, Pierre Yésou y Óscar Llama estaban cerca, por lo que después de un ligero despiste de orientación, no tardarían en sentarse con nosotros. Y entre risas y bocados fue pasando el almuerzo...

A eso de las 16:30 nos pusimos manos a la obra, no sin los habituales apuros de última hora. Faltaban los flecos, entre los que figuraban el afamado "chum" inventado por los güiris o un puntero láser que a Carles y a un servidor nos dio más de un quebradero de cabeza.

A las 18:15, tras infructuosos intentos de dar con el láser, tuvimos la oportunidad de observar durante unos segundos al ya habitual Corvus albus que lleva meses paseándose por la cariñesa playa de A Concha.

El auditorio fue poco a poco llenándose de nombres conocidos, así que algunos de nosotros conseguimos poner caras a esos nombres anónimos que todavía se nos resistían de entre la larga lista de casi 70 participantes.

Discurso inaugural a cargo del alcalde de Cariño, José Luis Armada, y del presidente de la SGO, Andrés Bermejo. Y tras el acto Carles Carboneras abre el fuego con una charla que versaba sobre acuerdos internacionales y protección de aves marinas.

Con una interesante presentación de Pedro Geraldes referente a procelariformes de Portugal, y una visión general sobre la migración de este grupo de aves en el Paleártico Occidental con Pep Arcos, Juan Bécares, David Cuenca, Salvador García y Antonio Sandoval, llegamos a la hora de cenar. Así que nos fuimos todos al restaurante "A Cepa", donde nos esperaban las almejas con fideos y la raya en caldeirada que, atentamente, Feliciano iba sirviendo en un animado comedor repleto de tertulias pajareras.

Algunos no supimos ni quisimos hacerle ascos al requesón con miel o al tiramisú de la casa. Para después quedaron los chupitos y las conversaciones con unos y otros acerca de las últimas salidas al campo y lo que las mismas habían deparado.

¡¡Qué gozada !!.

El sábado arrancó con una enorme helada, sin precedentes en los últimos tiempos. Nada más y nada menos que -2ºC a las 9:00 de la mañana en Cariño, localidad costera de clima suave que rara vez registra menos de 7-8ºC de temperatura. Había que ver el estado helado de las dunas de la playa, y las caras de frío del personal en el auditorio municipal. Y como el sistema de calefacción trataba de mitigar con muchos problemas el tiritar general.

Tras unos instantes de dificultades técnicas, arrancamos con casi una hora de retraso que ya no fuimos capaces de recuperar en toda la jornada. Muchas sorpresas estaban por llegar....

Al grupo se unieron algunos insignes visitantes, como el amigo mindoniense Luis José Salaverri, mientras que algún otro como Clemente Álvarez causaba baja.

La sesión estaba perfectamente estructurada: primero Paiño europeo (Hydrobates pelagicus) y posteriormente Pardela balear (Puffinus mauretanicus).

Con toda una lección sobre el estatus, biología reproductora, tendencias poblacionales y control de predadores del Hydrobates nos deleitó Ana Sanz, con los siempre atinados comentarios de Juan Bécares y Ángel Sallent, quienes complementaron de manera muy apropiada la charla de Ana.

Y en esto apareció Francisco Docampo quien, tras exponer algunas experiencias de los miembros de la SGHN sobre anillamiento de paiños en Galicia y el intercambio que mantienen nuestras aves con colonias francesas o portuguesas, puso el auditorio patas arriba (sobre todo a los gallegos allí presentes) al mostrar al respetable la primera -y única hasta el día de hoy- evidencia de reproducción de Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) en nuestra comunidad.

Fotos de nido y huevo incluidos....

Algunos hasta intuíamos la ubicación del enclave reproductor.

El primer gran golpe de efecto estaba servido, pero no sería el último. Ni mucho menos.

Para completar el "momento paiño" Ricard Gutiérrez nos expone sus experiencias con cajas nido en Cataluña.

Y así, quien escribe tuvo que salir corriendo de la sala de conferencias para asegurarse de que los responsables de la fábrica de conservas local habían recordado apartar esos dos contenedores de sardinas y jureles que servirían como ingredientes básicos -que no únicos- del "chum" que se emplearía el domingo 18 en la ansiada excursión marina de avistamiento de aves.

Me dicen que tras una completa explicación preparada por Toño Lorenzo -quien por lesión se perdió la cita- acerca de la situación de nuestros procelariformes en aguas canarias, y una puesta en valor del insuficientemente prospectado Banco de Galicia a cargo de Álvaro Barros, se produce un intenso debate final sobre el Paiño.

Llegué a punto para la tertulia del café de media mañana, y pronto tocaba ya adentrarse en las aventuras y desventuras de la delicada Pardela balear (Puffinus mauretanicus).

Eran las 12:30 del mediodía cuando comenzaba Pep Arcos -¡que fichaje!- con una semblanza sobre la especie.

En ese instante en el que algunos empezábamos a reponernos del estupor que nos había causado el asunto Calonectris, y mientras se hacían notar ya las primeras punzadas del estómago hambriento, tomó el micrófono el galo Pierre Yésou.

Y lo que parecía iba a ser una amena charla en lengua inglesa con acento francés se convirtió en una vuelta de tuerca más en la histórica relación entre Puffinus mauretanicus y Puffinus yelkouan.

Patidifusos nos quedamos los oyentes al comprobar que recientes evidencias ponen en duda que la población menorquina de Puffinus mauretanicus pertenezca a esta especie al 100%, ya que las aves presentan caracteres propios de Puffinus yelkouan -o cuando menos rasgos intermedios entre ambas especies- lo que viene a abrir una nueva espita en la ya compleja situación del taxón P.mauretanicus.

Pierre, como los delanteros matadores de los grandes equipos, no perdonó su ocasión y dio origen a un profundo debate que no dejó indiferente a nadie.


Aquí Pierre Yésou en plena explicación:





¿Qué pasa entonces con las aves de Menorca?. ¿A qué especie pertenecen fenotípicamente hablando?. La cosa parece complicarse por momentos, y entran en debate otros buenos conocedores de la especie como Miguel McMinn o Maite Louzao.



A partir de ahí fenología reproductora de la especie, alimentación, hábitats… y, entretanto, el almuerzo.

¡¡ Qué bueno el salpicón de marisco y el bonito en rollo !!.

Y que buenas -otra vez- las tertulias de mesa. La mía con Antonio Sandoval, Alfonso Valderas, Atocha, Cosme Damián, Nacho Vega y Ricardo Hevia. Así da gusto…

A eso de las 16:30 regresamos a las inmediaciones del auditorio, donde nos hacemos la “foto oficial” de los participantes.

Y tras la cría en los acantilados baleares… ¿a dónde van las Puffinus mauretanicus?
Las largas estancias en Estaca de Bares de Antonio Sandoval aportan luz a los movimientos de estas aves en las costas de Galicia, mientras que Martin Poot nos presenta sus estudios en la zona lusa de cabo Raso, muy próxima a Cascais.

¿Pero cuántas Pardelas baleares quedan en el planeta? David Cuenca y Gonzalo Muñoz aportan censos migratorios en Gibraltar que hablan de unas 22.000 aves saliendo al océano Atlántico, lo que choca con el censo de cría (2.000 parejas, o sea, 4.000 aves).

¿Puede haber una población flotantes no reproductora de 18.000 ejemplares?. Nuevas dudas e hipótesis se abren entre los asistentes.

Hay quien indica que cuanto más nos adentramos en el mundo de esta especie menos sabemos de ella. Y no le falta razón…

Y la tarde va cayendo con una puesta en escena de las amenazas que acucian a esta bonita ave.

Debate final y a cenar.

Ahora en el restaurante “O Garampín”, en los bajos de la Cofradía de Pescadores de Cariño.

Justamente 60 comensales, relajados ya tras dos intensas jornadas de sorpresas y debates constructivos.

Bandejas de caldeirada de raya, carne caramelada y tarta de queso casera pasan por los platos, pero poco duran allí…

Tras una advertencia por parte de uno de los compañeros, quien escribe procede a realizar el sorteo de plazas para la excursión marina del día siguiente. Más de 30 personas solicitan acudir, si bien el aforo del barco municipal no sobrepasa las 20 plazas. La mano inocente de Luis Salaverri dicta sentencia.

Y una sorpresa más: nuestro presi Andrés hace entrega –sin que el homenajeado pudiese ni imaginarse lo que se le venía encima- de un merecido obsequio a Andy Paterson.

Los años de estudio que Andy dedicó a las aves marinas le hacen un justo acreedor de este reconocimiento.

Y ahí se produce una de las anécdotas de la noche. Justo en el momento en que Andrés entrega la caja sorpresa a Andy le comenta: “es algo para casa, y no habla”. Andy le mira, y con su flema inglesa responde con un marcado acento británico en voz alta: “¡¡ Ah, entonces no es mi mujer ¡!”.

Carcajadas y más carcajadas…. Se trataba de una preciosa figura de Buho real creada con la cerámica gallega de Sargadelos. El diseño, del hermano de Xan Rdz. Silvar.

Recogemos los bártulos y unos pocos nos tomamos una copa ya en el bar. A eso de las 2 de la madrugada regresamos a casa, la mañana del domingo 18 promete emociones en la mar.

Habíamos quedado a las 9:15 para embarcarnos en el barco “Aula do Mar” propiedad del concello de Cariño. Era el día en que este barco, destinado a ser un referente estatal en la ornitología marina, se estrenaba.

Las previsiones climatológicas no hacían presagiar nada bueno: fuerza 4-5 para las 14:00 horas a unas 20 millas de la costa. Así que los responsables dudamos si navegar o no, pero vista la ilusión de los tripulantes decidimos salir de puerto a eso de las 10:20.

Ilusión por parte de la tripulación había a raudales…




A veces a pesar de la marejada....


(sigue arriba)

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Todo tiene un principio....






Hola a tod@s.

Comienza su andadura este blog una noche otoñal de una jornada tal como la de hoy, 14/11/2007.

A las puertas de celebrarse el "Taller Internacional sobre ecología de Paiños y Pardelas en el sur de Europa", en mi querida y natal localidad de Cariño, parece buena fecha para echar a andar esta puerta abierta a mis andanzas ornitológicas por las tierras de Galicia y, cuando se tercia, del resto de España y del planeta.

Sed, por lo tanto, bienvenidos tod@s. Espero conseguir que, por unos instantes, podáis disfrutar con las crónicas que se irán sucediendo. Y si de paso consigo arrancaros alguna que otra sonrisa habrá valido la pena el esfuerzo.

Un saludo desde esta esquina de la Galicia septentrional que es Cariño.